• Isla Brijoni, donde el dictador Tito tenía su residencia de verano
• Huellas de dinosaurios en la pequeña isla deshabitada de Fenoliga
• La cueva azul en la isla de Cres, si te atreves puedes sumergirte en ella.
• Camine hasta el pueblo de Lubenice, de 4000 años de antigüedad, y disfrute de la magnífica vista desde allí.
• Quizás nos acompañen los delfines en la bahía de Kvarner que viven aquí.
• La isla peatonal de Silba, con 300 habitantes, nos invita a dar un paseo.
• Parque Nacional de Kronati con sus numerosas islas deshabitadas
• Zadar, con tanta historia y un hermoso casco antiguo, es el punto más al sur de nuestro viaje.
• Los más valientes saltan desde las rocas del cabo Kamenjak.
Y podemos visitar muchos otros lugares hermosos dependiendo del clima.
En el camino habrá pernoctaciones alternas en bahías y puertos deportivos.
Las delicias culinarias tampoco se pueden descuidar en este viaje. Las tabernas tradicionales y los pequeños restaurantes locales invitan a quedarse. La gastronomía croata es muy variada: pescado fresco local, mejillones, sopas contundentes, filetes a la parrilla y postres deliciosos.
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