Me uní a Giel en una travesía tranquila e inolvidable. Integró por completo a la tripulación, asegurándose de que fuéramos participantes activos. Nuestra seguridad era su prioridad, manteniendo al mismo tiempo un ambiente positivo. Para mí, el equilibrio entre trabajo y diversión fue perfecto y no podría haber pedido un capitán más hábil y accesible.