Un yate incomparable y una habitabilidad estraordinaria en su eslora. En su puente del piso superior, o flybridge, se disfruta de una navegación con una visibilidad elevada y cómoda en sus dos sillones disponibles. Asimismo, dispone de una bañera en popa, muy confortable, lugar en el que se puede desde comer con una mesa para 8 personas, a estar relajado a cubierto del viento si se tercia.
Un salón interior igualmente amplio si las inclemencias gallegas obligan a estar en el interior. Y un solarium espacioso en el que se goza enormemente, tanto de la travesía, como de un fondeo al sol en cualquier playa. Una plataforma de baño en popa, con ducha de agua dulce, y escalerilla de baño. Dos camarotes dobles, 2 baños y una cocina con dos neveras eléctricas disponibles para comida y bebida de la tripulación.
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