La siguiente parada nos llevará a Siros, una isla fascinante donde vestigios de la antigua Grecia, como un asentamiento que data del 2300 a. C., se entrelazan con la vitalidad contemporánea. La capital, Ermúpoli, se considera el corazón de las Cícladas: una sucesión de casas rosas y blancas que se extienden en cascada, mientras que el casco antiguo es un laberinto de elegantes edificios neoclásicos y plazas que narran su gloriosa historia. Siros también es famosa por el loukumi, un postre típico muy apreciado.
Continuando hacia Mykonos, descubrirá una isla de extraordinaria belleza, con su centro formado por casas blancas dispuestas en un anfiteatro sobre el puerto, enmarcadas por molinos de viento tradicionales. Las casas parecen fundirse con la roca que las rodea. Gracias a su encanto único, Mykonos se ha convertido en un destino predilecto para quienes buscan una animada vida nocturna internacional.
Al sur de la ciudad hay una serie de bahías tranquilas, protegidas del viento meltemi, donde se pueden encontrar playas de arena y restaurantes típicos. Además, Mykonos es el punto de partida ideal para excursiones en barco al impresionante yacimiento arqueológico de Delos.
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