La animada ciudad de Antalya, punto de partida de nuestro viaje, merece una visita por su encantador casco antiguo restaurado, rodeado por antiguas murallas romanas. El característico puerto turístico, enclavado bajo las murallas, es el corazón del distrito de Kaleici. Desde aquí, entre calles empedradas y vistas sugerentes, se llega a Cumburiyet Caddesi, una espléndida terraza panorámica sobre el golfo. No muy lejos se encuentra el famoso Minare Yivli, el icónico minarete estriado.
Al este de la ciudad se extiende un encantador tramo de costa, tallado por ríos que desembocan en el mar en espectaculares cascadas. Siguiendo por la costa, se llega a la zona de Kekova, rica en hallazgos arqueológicos subacuáticos. Aquí se pueden admirar los restos de antiguas ciudades hundidas en el mar debido a terremotos y movimientos del terreno. A la entrada del puerto, se puede ver el evocador castillo bizantino de Kale Köy. Una vez amarrado el barco, merece la pena subir la colina para visitar la necrópolis licia, con vistas al mar y rodeada de olivos centenarios. Un poco más adelante, una escalera conduce directamente al agua, conectando tierra firme con las ruinas sumergidas. Las tumbas, tanto licias como bizantinas, emergen en parte por encima y en parte por debajo de la superficie del agua. La subida al castillo es empinada, pero se recompensa con una espléndida vista de la isla y el golfo, así como con los restos de un pequeño teatro y numerosos sarcófagos rupestres, aún extraordinariamente intactos.
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