Comenzamos en San Miguel en el sur de Tenerife y navegamos hacia Gran Canaria.
El viento decidirá si nos dirigimos primero a Puerto Mogán en el sur o vamos directamente a Las Palmas en el norte. Con un poco de suerte con el tiempo, podremos desembarcar en nuestro coche de alquiler y partir hacia el norte a la mañana siguiente.
En unas 20 horas sin parar viajamos pasando por Fuerteventura hasta Lanzarote.
La última erupción volcánica ocurrió hace casi 200 años y dejó tras de sí un espectacular paisaje de lava que aún burbujea debajo.
Después de una excursión al Parque Nacional de Timanfaya y/o un paseo por la capital Arrecife, nos espera la gran travesía, unas 200 millas a través del Atlántico abierto hasta Madeira, el final de la primera etapa de nuestro viaje de ida.
Madeira, la isla de las flores, es famosa por su rica vegetación y su impresionante paisaje y las aguas circundantes son el hogar de muchos animales marinos, especialmente ballenas, marsopas y todo tipo de grandes peces depredadores. En cualquier caso, es recomendable permanecer en tierra uno o dos días para explorar la isla.
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