España, al ser una península, cuenta con la ventaja de tener una gran extensión de costas muy variadas entre sí. A esto hay que añadir que se trata de un país con una enorme riqueza natural y biodiversidad, por lo que vayas donde vayas navegar en sus aguas será un acierto seguro. Sin embargo, si deseas adentrarte en el fascinante
turismo náutico español, te damos algunas recomendaciones de los destinos má populares para ir empezando:
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Islas Baleares: sin duda, el destino preferido por los amantes de la navegación. ¿La razón? Las aguas turquesas de sus playas de ensueño, los acantilados y antiguas salinas, y el animado ambiente de ocio hacen de Ibiza, Mallorca, Menorca y Formentera, paraísos terrenales en el Mediterráneo. Descubrir los
rincones más especiales a bordo de un barco, te dejará sin palabras.
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Islas Canarias: este archipiélago no se queda muy atrás. Sus paisajes volcánicos, su naturaleza salvaje, las temperaturas suaves y agradables todo el año, además de su calidad turística hacen de Canarias el lugar perfecto para ir de vacaciones en barco. Canarias ofrece numerosas posibilidades, tanto para viajar en familia, como para ir de aventura, descanso... Especialmente si quieres aventurarte en un
viaje de buceo. ¡Estas islas son afortunadas!
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Costa Catalana: de nuevo tienen especial mención las calas y playas, la combinación paisajística entre mar y montaña, su enorme patrimonio cultural y artística, por no olvidarnos de su exquisita gastronomía donde predomina el producto de proximidad. Además, la Costa Brava ofrece una gran variedad de actividades deportivas en el mar como el kayak o el snorkel, lo que hace que sea lugar de vacaciones que tiene todo.
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Costa Levantina: los casi 300 km bañados por el mar Mediterráneo con playas de arena fina perfectas para practicar deportes acuáticos de todo tipo, junto con un clima suave donde casi todo el año sale el sol, son razones de peso por las que visitar la Costa Blanca. Disfrutar por ejemplo, del entorno privilegiado que ofrece la isla de
Tabarca, es un "lujo" al alcance de cualquiera.
Gracias a la experiencia de Carlos, el patrón, quedamos los segundos de nuestra clase.
Cuando volvíamos de Ibiza, el motor falló y fue increíble cómo atracó a vela en el puerto de Denia con una draga en medio y por la noche.