El embarque se realiza en Lorient, al sur de Bretaña. La primera etapa de este viaje transatlántico comprende 1300 millas náuticas en ruta directa. Primero, el Golfo de Vizcaya en invierno, y luego el descenso por Portugal hasta llegar a las Islas Canarias. Como auténtico ejercicio de entrenamiento antes de la partida del ARC, hemos reservado nueve días para esta travesía. La duración puede ser más rápida o más lenta, dependiendo de las condiciones meteorológicas y de la calidad de la tripulación.
Este es un viaje verdaderamente comprometido donde todos participan activamente en la buena marcha del barco: ¡100% participativo! Es un barco de regatas, sin piloto automático ni enrolladores en las velas de proa. Durante la travesía, la vida a bordo se organiza en turnos de tres, también llamados guardias. Estos turnos de navegación cambian cada 3 o 4 horas, ya sea para la buena marcha del barco, o para la administración y el descanso.
Más allá de la navegación, cruzar el Atlántico requiere abnegación y resiliencia. Es una oportunidad para desconectar del ritmo terrenal, reconectar con uno mismo y disfrutar de los placeres sencillos. Un espíritu competitivo es esencial para afrontar semejante prueba.
Puede que tengas que soportar mal tiempo, frío al principio, luego calor. Por lo tanto, debes estar mental y físicamente preparado para participar en una carrera transatlántica, que también es una carrera.
Aproximadamente una semana antes de que el ARC zarpe, el barco y su tripulación deben estar presentes en el puerto de Las Palmas para las festividades, las comprobaciones de seguridad y las reuniones informativas antes del gran salto. Cada año, más de 1000 tripulantes de 20 nacionalidades diferentes se embarcan en el Rally Atlántico de Cruceros… Gente como tú: ¡algunos acaban de tomarse un año sabático, su jubilación o un mes de vacaciones para probar la aventura!
Todos se dirigen a Santa Lucía, en el Caribe. El barco está inscrito para la regata ARC, en la categoría "Racing". Hemos calculado unos 15 días para esta travesía atlántica, pero podría ser más rápida dependiendo de las condiciones meteorológicas y la calidad de la tripulación. Los vientos alisios no siempre están bien establecidos al salir de Canarias y, en ocasiones, es necesario navegar hacia el sur, hacia Cabo Verde. En ese caso, las distancias a recorrer son mayores.
Cruzar el Atlántico sigue siendo una aventura. Al haberse vuelto más accesible en los últimos años, una regata transatlántica sigue siendo la hazaña de su vida, una que estamos deseando compartir con ustedes.
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